El 17 de octubre, no muy lejos de donde se celebraba en el Vaticano la segunda fase del
Sinodo de la Sinodalidad, donde no se queria abordar el tema de la ordenacion sacerdotal
femenina, tenia lugar una ordenacion clandestina de sacerdotisas y diaconisas. La ceremonia
siguio la misma liturgia que una misa oficial, sin embargo, esta puede salirles muy cara a
sus organizadores, pues, segun el Codigo de Derecho Canonic°, las seis "ordenadas" -tres
sacerdotisas y tres diaconisas, dos de ellas transgenero- tendrian que ser excomulgadas,
asi como todos los demas asistentes a la celebracion.
Vaya por delante que no repruebo el hecho de que las protagonistas de ese evento hayan
recutTido a una accion de hechos consumados. Si esperan que un proceso eclesial como
un sinodo o un concilio, realizado con la normativa que prescribe el Codigo de Derecho
Canonic°, acceda a la reforma que postulan, pueden esperar sentadas durante otros dos
mil dios. Cuando en 1789 se reunieron en VersaIles los Estados Generales, si el Tercer Estado
hubiese respetado la normativa de esas asambleas y hubiese obedecido la orden de Luis
XVI de disolver el acto, no hubiese tenido lugar la elaboracion de una constitucion, y Francia
seguiria aim en el feudalismo. Su politica de hechos consumados tuvo exit° porque el pueblo
estaba maduro para el cambio, como lo demosto unos dias despues con la toma de la Bastilla.
Es de temer que el pueblo cristiano no está hoy tan maduro para un cambio que supere el
clericalismo que impera en la institucion eclesial.
En todo caso, el gesto de desafio realizado por esa gente me parece encomiable, por eso
digo:
asi, si.
Mos he de afiadir:
peso
eso,
no.
Vale que menosprecien el COdigo de Derecho
Canonic°, pero con el mismo acto, las ordenadas del 17 de octubre estaban sobrevalorando
el concepto de "sacerdocio", estaban reforzando el clericalismo. Se ye que codician ese rang°
hasta ahora reservado a los varones, quieren formar parte del estamento clerical con la funcion
de dominio que comporta, ambicionan el rol que la clerecia se auto-asigno de mediar entre
Dios y la humanidad. Ahi las vemos con ese ropaje tan pintoresco con el que se quiere
simbolizar la pertenencia a la casta sacerdotal, la facultad de mediacion entre Dios y los
hombres. Ni Dios ni los hombres necesitamos ese tipo de mediadores o mediadoras. La
reforma que la Iglesia necesita es la total supresion del nefasto estamento clerical que esta
conduciendo el reballo por cauces que no conducen a la construccion del Reino de Dios,
que es la funcion que Jesus asigna a sus seguidores. El proyecto de Jesus busca la supe-
rack% de la sociedad clasista con las desigualdades que generara. El insfrumento para lograr
eso no es una Iglesia con una estructura clasista y desigualdad entre sus miembros.
f.
castatio